El Gobierno
Bolivariano, conjuntamente con movimientos populares, organizaciones sociales,
comunidades y comunas debería pensar y empezar a diseñar un plan de
desconcentración de las principales ciudades para evitar la sobre-población y
el hacinamiento que por ejemplo en Caracas ya existe y se vive, y que amenaza
con ser de aquí a unos cuantos años en una verdadera catástrofe. Tenemos un
vasto territorio y muchas capacidades, y gente dispuesta a los proyectos y a
los ensayos, ¿Por qué no crear nuevos asentamientos en base a un plan nacional,
en aquellos terrenos y lugares casi despoblados que tiene nuestro país?
Elaborar proyectos que además de
desconcentrar las ya colapsadas ciudades, permitan el desarrollo endógeno, el
autoabastecimiento y autosustentación de los nuevos poblados, nuevas comunas
que practiquen el reciclaje integral y el habitar tenga un impacto mínimo sobre
el equilibrio ambiental.
Mirar y pensar hacia adentro del
territorio, en vez de seguir con la lógica de la economía de puertos y la
concentración excesiva de población en la región centro-norte-costera, es una
prioridad, y permite a su vez no dejar en herencia otro desastre a las
generaciones que vienen, para eso se hace necesario planificar y establecer
paralelamente una campaña nacional, que como decía Simón Rodríguez, era
colonizar el país con sus propios habitantes, para eso hay que convencer al
venezolano de las ciudades a volver al campo, incluso establecer desde los
órganos del Estado todas unas facilidades para que bastante gente se motive a
irse de la capital, un trabajo, una capacitación o una beca mientras se van
realizando las nuevas comunas.
Tendría que tomarse en cuenta
también los modos de vida originarios y los pueblos ancestrales que habitan
estos territorios, para que en vez de ser una política expansiva o
intervencionista, sea intercultural y de convivencia, o que incluso se tomen
las tierras que el latifundio aún posee como en los tiempos de la edad media…Es
decir, alternativas y posibilidades hay para un repoblamiento armónico de
nuestro territorio, ¿Por qué tenemos que vivir hacinados en los barrios y en
las ciudades si pudiéramos vivir en otras realidades mucho menos transgresoras
y violentas?
Incluso pensar los nuevos
asentamientos sin necesidad de carros u autopistas ¿Por qué no? Si actualmente
existe la tecnología que nos permite existir sin esos accesorios, o incluso, si
se quiere, establecer el diseño de las nuevas comunas de tal forma que todo
quede cerca y no tengas que utilizar ni moto ni auto o autobús, sino que te vas
en bicicleta, caminando, o que todo funcione con metrocable para los lugares
más apartados…
La Refundación de la República y la
descolonización de los imaginarios y las estructuras impuestas desde la
necesidad del invasor, parte por la urgente propuesta de pensarnos como iremos
a vivir de aquí a los próximos cien años, ¿será igual como ahora, que tenemos
que empujarnos e insultarnos en el metro para ir al trabajo o volver a la
casa?¿Será que seguiremos en este eterno colapso como consecuencia de la
sobrepoblación, en donde ningún servicio público se da abasto?
No es justo que el pueblo venezolano
tenga que vivir hacinado, o que siga abarrotando las principales ciudades
porque allí estén los servicios públicos y estén concentradas las oportunidades
de trabajo, los ministerios, las universidades, ese es el modelo en crisis que
tenemos que superar, y está demostrado que unas de las causas de la violencia
es el medio de hacinamiento y el cómo están diseñadas las ciudades, por
consiguiente, los nuevos espacios en donde iremos a refundar, tendrían que
valorar y tener en cuenta el esparcimiento sano, un espacio que te cure de
tanta mierda transnacional, y que te de la posibilidad de ser libre
psicológicamente, espacios en donde se supere la locura urbanista y cosmopolita
que tanto daño le hace a los pueblos y a las sociedades.
Pensar la Cultura, la Economía y la
sustentación o autoabastecimiento a partir de la desconcentración y
repoblamiento del territorio ayudaría enormemente a replantear la política
nacional, ayudaría a replantearse y a reimpulsar el proyecto de la sociedad
nueva, el hombre y la mujer nueva, asi como a superar y a dejar en los
basureros de la historia al libre mercado y a su modelo neoliberal.
Por ultimo, ¿Cómo reflejar eso de
ser “multiétnicos y pluriculturales”? en todas nuestras cotidianidades, porque
hasta ahora lo que se ve es un estándar hacia un modelo único, un pensamiento
único de libre mercado, visto desde la mirada occidental y occidentalizante que
sigue siendo un intenso y muy fuerte colonialismo intelectual, y una de las
grande barreras e impedimentos para pensar y crear un país, no como hasta ahora
a sido, con todo y los avances que hemos tenido: una sucursal del capitalismo
global…
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